La sensualidad en la mujer explicada con ilustraciones eroticas
La sensualidad en la mujer ha sido uno de los reclamos artísticos y comerciales más prolíferos. En este artículo vamos a reflexionar sobre esta cuestión a través de las ilustraciones eróticas de Iness Rychlik
¿Por qué ilustraciones eróticas?
Cuando arte y sexualidad se juntan irremediablemente van a ocurrir cosas. Esto es precisamente lo que ocurre con el trabajo fotográfico de Iness Rychlik, sus fotografías sumamente evocadoras, encierran también pensamientos profundos.
Como el arte es de libre interpretación, yo voy a recurrir a ellas para divagar.
Antes de nada me gustaría hacer una aclaración: este artículo es una reflexión personal sobre el papel histórico que ha tenido la sensualidad en la mujer. Yo no soy mújer, por tanto, no creo que sea la persona más apropiada para sentar cátedra sobre algo que no he vivido en mi propia piel.
Mi única motivación, es dar visibilidad y expresar ideas, a través del trabajo de una mujer, que a través de sus fotografías, pretende lograr precisamente esto mismo.
¿Quién es Iness Rychlik?
Iness Rychlik es una fotógrafa y cineasta que muestra una empinada inclinación por el arte dramático tintado de elementos históricos. Iness, es también un ejemplo de superación, ya que a pesar de su grave miopía, ha conseguido dedicarse a su pasión: el arte visual.
Sus obras son un canto a la provocación y la sensualidad, pero también, a la crítica.
Iness suele conjuntar en sus fotografías, dolor y erotismo de una manera sutil, en las cuales se propone y se provoca, en lo que supone un tributo a la sensualidad femenina y la importancia que esta tiene sobre la sociedad.
Su trabajo es también una crítica social al abuso sexual y la cosificación de la mujer. En su trabajo, entremezcla elementos victorianos con elementos de la actualidad, en lo que supone una reflexión y un paralelismo entre el pasado y la vida moderna.
¿Qué es la sensualidad?
Aún recuerdo estar tumbado en su cama sin somier y estar preguntándonos, ¿es lo mismo la sexualidad que la sensualidad?
Yo estaba bastante nervioso, aunque lo llevaba por dentro y con filosofía. Era la segunda vez que nos vemos y quería demostrarle que conmigo se podían tener conversaciones profundas (craso error).
Por suerte, creo que sí que se puede y entonces me olvidé de los nervios y comenzamos los dos a divagar. Sobre plano, me parecía una cuestión inerte, claro que no es lo mismo la sexualidad que la sensualidad.
Sin embargo, ¿qué es exactamente la sensualidad? ¿donde comienza una y donde acaba la otra?
Ella y yo no llegamos a ninguna conclusión clara y concisa, pero me fui dándole vueltas:
Llegué a la conclusión de la diferencia radicaba en la acción.
Según la RAE, esta es la definición de sensualidad:
“Puede decirse que la sensualidad consiste en atraer la atención y generar una reacción vinculada a la sexualidad”
Si tomamos esto por cierto, la sensualidad sería aquello que tiene que ver con la provocación y con atraer la atención. La frontera, aunque muy fina, entre la sensualidad y la sexualidad se cruzaría en el momento en que el deseo se materializa.
Diferencias entre la sensualidad y la seducción
Cada vez se complica más la cosa, pero para mí, la principal diferencia entre la sensualidad y la seducción, como psicólogo, es la intencionalidad.
La seducción es un acto dirigido a, aunque sea pasivo. La sensualidad la entiendo como acto de muestra, sin necesidad o intención de obtener algo más que la atención.
La sensualidad en la mujer: significado
Viendo estas cuatro imágenes y según lo que hemos venido hablando, ¿dirías que son sexuales o sensuales?
Siguiendo el trabajo de Iness y recordando mi charla sobre la sexualidad y la sensualidad con ella, caí en algo:
La mujer mas que sexualizada, se encuentra sensualizada. La razón por la que Iness incluye elementos victorianos en sus fotografías, es porque la época victoriana si por algo se caracterizada, es por el empleo de la mujer como premio.
Seguro que no te cuesta imaginar la típica escena de alguna serie o película bélica (véase Juego de Tronos, por ejemplo), donde ocurre que cuando los guerreros quieren celebrar algo, se encuentran en un “pub” con cantidad de mujeres exhibiéndose.
La razón por la que digo que la mujer es sensualizada, es porque tradicionalmente se ha usado la figura femenina como regalo y escaparate. Cómo algo de lo que puedes usar y abusar si eres hombre.
Esta es la tradición de la que venimos y por la que hoy día algunos hombres se permiten la licencia de violar.
Sin embargo, cuando digo que la mujer esta más sensualizada que sexualidad, me refiero poniendo el foco sobre su mundo interno. Por desgracia, hoy día, muchas mujeres sigue viviendo la expresión de su sexualidad como algo indecoroso.
Esto no ocurre tanto con la sensualidad, pareciera ser, que está permitido sugerir, pero no hacer. Esto sigue colocando a la mujer en el terreno de la sexualidad, como una mujer que debe “provocar” y esperar pasivamente, sin hacerse cargo activo de su deseo.
Quizás pueda parece una tontería o un ejemplo cogido con pinzas, pero a menudo me encuentro en Tinder (cada vez menos) mujeres que afirman que ellas no abrirían el chat a un chico. Y yo les suelo preguntar, ¿ni aunque quieras hablar con él?
No.
Te entrego mi sexo… o me entrego al sexo
Recuerdo que una vez estaba hablando con una chica en una discoteca. Estábamos coqueteando y yo le sugerí que podíamos irnos juntos de allí.
Ella me dijo, “Yo no entrego mi sexo la primera noche”. Hay millones de razones por las que una persona puede no querer tener sexo en un primer encuentro o cuando sea, sin embargo, lo que a mi me chirrió fue lo de “entregarme su sexo”.
Como si este fuera un premio, un reconocimiento a alguna labor que había logrado. No sé tú, pero yo cuando tengo sexo es porque me apetece, no para premiar a nadie.
¿irradiar sensualidad femenina es malo?
Pues claro que no, ni la femenina ni ninguna. Para mí el problema es reducirnos a eso, que ser mujer supone ser un cuerpo y nada más. Yo mismo, tengo mi lado provocador e histriónico y me siento orgulloso de él. Seguramente lo haga desde mi rol de hombre, pero lo tengo.
Tampoco se trata de obligar a la mujer a que sea sexual. La mujer tiene que ser lo que quiera ser, sin presiones ni expectativas. Si quiere follar que pueda follar, y si no, que no.
¿Y la sensualidad en el hombre?
La sensualidad masculina está prohibida, así que a los hombres nos toca hacerlo de manera muy sutil, o cabrearnos para que nos hagan caso.
El hombre tradicionalmente, no puede sugerir, debe pelear por conseguir. Por eso supongo, que mis amigas se encuentran en Tinder tanto hombre encabronado cuando tardan en contestarles o simplemente no les contestan.
Los hombre nos tenemos que poner a “la cola” y pelear por nuestro sitio.
Ojalá de verdad, que estos roles de género cambien. A mí, me agotan. Por eso he dejado de usar este tipo de apps.
Creo que por esta razón también me gusta tanto el mundo swinger. No siento que ocurra, allí solamente somos personas (independientemente de nuestro género), interactuando, sintiéndose y disfrutando. También conectando.
Seguro que no es tan así y sigue habiendo roles de género, pero mucho menos, ya que para empezar, para practicar la vida liberal tu mente también debe serlo.
