10 cosas que no son “sex-positive”
Seguro que alguna vez has escuchado hablar del sex-positive o del movimiento pro sexo. Si aún no sabes lo que es, déjame que te lo cuente:
Creo que este artículo te va a chocar un poco. Quizás porque se nos asocia a las personas swinger como personas extremadamente sexuales. Supongo que sí, que disfrutamos mucho del sexo, pero no creo que más que alguien que no lo practica. Simplemente, lo disfrutamos a nuestra manera.
Este artículo hablar sobre respeto, ya que considero, que tratar de convertir a todo el mundo en practicante del sexo liberal simplemente porque es lo “adecuado”, es una falta de respeto.
La positividad sexual tiene que ver con la tolerancia, no con tus prácticas sexuales.
¿Qué significa ser sex-positive?
Para mí, siempre ha sido sobre dos cosas: 1) afirmar que el sexo puede ser una parte saludable de la vida humana que no debería ser motivo de vergüenza o estigma, y 2) respetar las elecciones que otros hacen con respecto al sexo, incluso si esas elecciones son diferentes de las que nosotros haríamos (siempre y cuando esas elecciones sean consensuadas).
Por cierto, la parte "saludable de la vida humana" no significa que tenga que ser parte de la vida de cada humano - hablaré sobre esto más adelante.
Entiendo que todo esto puede resultar aún un tanto vago. A veces es más fácil definir un término por lo que no es que por lo que es.
El objetivo del movimiento pro sexo
Mi objetivo aquí no es negar el hecho de que algunas personas usan el término "positividad sexual" de manera diferente a la mía. Los desacuerdos sobre los significados son inevitables cuando se trata de feminismo y justicia social.
Más bien, mi objetivo es imaginar una positividad sexual que sea inclusiva e interseccional, una que acoja a gente con una variedad de identidades, experiencias y perspectivas. La positividad sexual no es sólo para las mujeres blancas heterosexuales y sin discapacidades. Puede - y debería - ser para todos, incluso para la gente que no está interesada en el sexo.
Lo que NO es una positividad sexual:
Existen algunas ideas comunes que la gente piensa sobre lo que es el sex positive, pero en realidad no lo son necesariamente:
1. Disfrutar del sexo
Si la positividad sexual fuera tan simple como disfrutar del sexo, habría mucha más gente sexualmente positiva. Desgraciadamente, no es tan fácil.
Muchas personas que aman el sexo, sin embargo, juzgan y avergüenzan a otras personas por la forma en que tienen sexo.
Muchas personas que aman el sexo son queerofóbicas y transfóbicas, y eso no es compatible con ninguna positividad sexual con la que yo al menos, quiera tener algo que ver. Muchas personas que aman el sexo, obligan a otras a tener sexo con ellos, lo que demuestra que no creen realmente que los demás deban hacer lo que quieran con sus propios cuerpos y vidas sexuales.
Como escribe el educador sexual Charlie Glickman, "El hecho de que alguien disfrute del sexo no significa necesariamente que pueda honrar y celebrar las elecciones y prácticas sexuales que no hace".
Por otro lado, el hecho de que disfrutes del sexo no es sinónimo de positividad sexual, hay personas que no disfrutan o no quieren tener relaciones sexuales, pero respetan que lo hagan los demás. Ellos si practican una sexualidad positiva. No gustarte o no estar interesado en el sexo es parte del espectro de la sexualidad humana.
2. Pensar que a todo el mundo le debería gustar el sexo
La gente tiene todo tipo de razones para no interesarse, temer o rechazar el sexo, y todas esas razones son válidas, incluso si no tienen sentido para ti.
Desafortunadamente, algunas personas piensan que la positividad sexual consiste en introducir a todos en las alegrías del sexo, ya sea que estén interesados o no. Para estas personas, no puedes ser positivo en el sexo si no eres (felizmente) activo sexualmente, y si no quieres serlo, debes tener algún tipo de "negatividad sexual internalizada"
3. No tener ninguna frontera
A algunas personas les preocupa que no puedan ser verdaderamente positivas para el sexo si tienen límites sexuales, por ejemplo, sentirse incómodas al ser llamadas con ciertas palabras por una pareja o al tener relaciones sexuales en ciertas posiciones.
Si soy realmente positivo, ¿no debería explorar diferentes formas de tener sexo y ampliar mi zona de comodidad?, se preguntan algunas personas.
Incluso las personas más aventureras sexualmente hablando, tienen límites de algún tipo, y la mayoría de las personas que piensan que no tienen ningún límite sexual, simplemente no son conscientes de dónde están esos límites.
Conocer tus límites y hacer todo lo posible para expresarlos claramente a tu pareja, es una de las cosas más positivas en cuanto al sexo que puedes hacer. No siempre es fácil, pero siempre vale la pena intentarlo. Y fíjate, que este mensaje proviene de alguien que se mueve en el mundo liberal.
La verdadera positividad sexuales no tratar a otras personas como accesorios para tu disfrute. Si la única manera de ver a los demás (o a otros de tu género preferido) es a través de la lente de la atracción sexual, eso es algo en lo que tienes que trabajar.
No puedes afirmar verdaderamente a los demás y sus elecciones sexuales si todo lo que puedes hacer es proyectar tus propios deseos en ellos.
El sexo puede ser un instrumento de placer, por supuesto. Sin embargo, si todas las personas son un mero instrumento para obtener placer, algo no anda bien.
6. Sentirse con derecho al sexo
Algunas personas no sólo sexualizan a otras personas, sino que creen que otros les deben sexo.
Debido a que apoyar a otros en sus propias elecciones sexuales es una parte clave de la positividad sexual, el derecho no tiene lugar en ello.
Claro, sería genial si todos con los que quieres tener sexo también quisieran tenerlo contigo, pero nadie vive en ese mundo y la positividad sexual no hará que ese mundo se realice. Eso es porque otras personas también tienen autonomía.
El derecho sexual está en la raíz de la violencia sexual, así que desmantelar la cultura de la violación significa destruir para siempre la idea de que alguien le debe sexo a otro. Significa, aprender a ver a otras personas como individuos con sus propias necesidades, deseos y prioridades.
Como Greta Christina escribe, "La positividad sexual no significa tratar al mundo entero como un bufé sexual".
7. Hacer que otras personas escuchen tus historias de sexo
Algunas personas que se identifican como sexopositivas - especialmente aquellas que han llegado recientemente a esa identidad - son muy apasionadas en reducir el malestar colectivo que nuestra sociedad fomenta en torno a los temas sexuales.
"¿Por qué no hablar de sexo es como hablar del tiempo o de la película que viste el fin de semana?" se preguntan.
Sería genial si algún día pudiéramos llegar a ese punto, pero aún no estamos cerca. Eso significa que la mayoría de la gente no necesariamente quiere escuchar las historias de sexo de todo el mundo y todo el tiempo, y ese es un límite que hay que respetar.
Si quieres compartir algunos detalles sexuales con alguien, pide consentimiento primero, o al menos, intuye que es buena idea hacerlo. Y si alguien te pide que dejes de hablar de sexo con ellos, discúlpate y deja de hacerlo.
No los acuses de ser insuficientemente positivos en términos de sexo. Yo creo que es importante reducir el estigma que hay sobre el sexo, pero pisotear los límites de los demás no es la manera de hacerlo
8. Ignorar la dinámica de poder y la interseccionalidad
Criticar la forma en que hablamos y tenemos sexo es parte de cualquier marco anti-opresivo. Pero algunas personas piensan que criticar las prácticas sexuales consensuales está mal porque es lo mismo que avergonzar a la gente por ellas - como ser sexo negativo.
Pero el asunto es que no tenemos sexo en el vacío más de lo que compramos productos, trabajamos o consumimos medios de comunicación en el vacío. Aunque es importante no obsesionarse con lo que un individuo en particular hace o no hace, en general, pensar críticamente sobre cómo "hacemos" el sexo es vital.
Debido a la dinámica de poder, el sexo puede ser consensuado a primera vista, pero aún así, puede ser profundamente perjudicial para una o más de las personas involucradas. Aunque no nos corresponde decir con condescendencia a los individuos que se están haciendo daño, sí nos corresponde mirar el panorama general.
Cuando alguien consiente en tener sexo con otra persona que no le atrae, porque su cuerpo es considerado tan indeseable a nivel social, que siente que debería estar agradecido/a por la atención prestada, algo está pasando ahí.
Cuando un profesor se acuesta con un/a estudiante de su clase, algo está pasando ahí. Cuando una persona de mediana edad busca constantemente a gente mucho más joven como pareja, algo está pasando ahí.
Ese algo es una dinámica de poder mal emparejada, y si vamos a acercarnos a la positividad sexual a través de una lente interseccional, eso significa que tenemos que analizar esto críticamente.
9. Creer que algunas formas de ser sexual son intrínsecamente mejores que otras
Para muchas personas que están explorando la positividad sexual, es importante empujar hacia atrás algunos de nuestros valores culturales sobre qué formas de tener sexo son aceptables o válidas. Eso significa celebrar y afirmar a las personas que eligen el poliamor, las relaciones abiertas, el BDSM y otros enfoques no vainillistas de la sexualidad y las relaciones.
¡Y eso es genial! Yo lo disfruto, pero ya no es positividad sexual cuando incluye ridiculizar a la gente que disfruta del sexo de vainilla y de las relaciones monógamas.
La positividad sexual anima a la gente a probar nuevas formas de tener sexo y relaciones, si es algo en lo que están interesados. Si no lo están, también está bien. Puedes tener sexo misionero con tu pareja monógama del otro sexo por el resto de tu vida y seguir siendo tan positivo como el pervertido poliamoroso marica de al lado (la intolerancia ocurre en las dos direcciones).
10. Tener una relación sin complicaciones con el sexo
La positividad sexual puede ser un término engañoso. "Positividad" hace que suene como si todo se tratara de ser feliz y pasarlo bien cuando se trata de sexo. Hace que suene como si las cosas siempre tuvieran que ser fáciles y sencillas.
No es así. El sexo puede ser doloroso, lamentable, traumático y olvidable - y quiero una positividad sexual que reconozca eso.
Quiero una positividad sexual que esté aquí para todos los sobrevivientes de traumas, todos los asexuales y arománticos, todas las personas que no aman sus cuerpos, todos los que se han sentido ambivalentes con respecto al sexo, todos los que sienten que el sexo les ha hecho más daño que bien.
Quiero una positividad sexual que luche por estas personas también.
De hecho, muy pocos de nosotros tenemos una relación fácil y sencilla con nuestra propia sexualidad, y mucho menos con las experiencias sexuales que hemos tenido hasta ahora. Muchos de nosotros nos hemos inspirado en construir una cultura sexualmente positiva específicamente por algunos de esos complicados sentimientos e historias.
Si no sientes que la positividad sexual tiene espacio para ti ahora mismo, está bien, y no te culpo. Pero espero que algún día podamos construir una que lo haga.
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